¿Y si su rutina de belleza y bienestar
estuviera en sintonía con el cambio de estación?

¿Su cutis carece de luminosidad? ¿Siente la piel áspera, incómoda y con picores? Con el cambio de temporada y la llegada del frío, su piel puede empezar a descamarse. Estos son signos de que su piel está seca. La piel seca no debe confundirse con la piel deshidratada. 

La piel seca no produce suficientes lípidos, que se encuentran de forma natural en el sebo producido por las glándulas sebáceas. Por eso necesita una nutrición profunda. Opte por productos emolientes y reconstituyentes enriquecidos con aceites vegetales. Suavizarán y alisarán la piel al tiempo que la nutren. 

La piel deshidratada es una condición temporal causada por una barrera hidrolipídica debilitada que no puede retener suficiente agua. Esta afección también puede afectar a las pieles mixtas y grasas. Un tratamiento enriquecido con ácido hialurónico aportará a su piel la hidratación que necesita. 

Su piel tiende a ser irregular y brillante en la parte central del rostro. Esta zona T (frente, nariz y mentón) produce un exceso de sebo, mientras que la zona de las mejillas y las sienes es normal o incluso seca. En este caso se combinan las características de dos tipos de piel, por lo que tienes una piel mixta.

Elegir una rutina específica para la piel grasa no funcionaría para las zonas secas y viceversa. Su rutina debe incluir productos que equilibren los niveles de hidratación de la piel y eviten la sobreproducción de sebo en la zona T. 

No deje de hidratar la piel. Lo ideal es combinar hidratantes como el ácido hialurónico con ingredientes que regulen la producción de sebo (niacinamida) y cierren los poros (ácidos) para mejorar visiblemente la calidad de la piel. Una mascarilla purificante con arcilla o carbón en la zona T puede corregir los brillos y cerrar los poros dilatados. Una mascarilla hidratante para el resto del rostro dejará su piel con una sensación de confort y suavidad. 

Su piel brilla en la zona T, las mejillas y las sienes. Presenta imperfecciones y poros dilatados. La piel parece gruesa y tiene una textura irregular. Todos estos son signos de piel grasa. 

Es el resultado de una producción excesiva de sebo, que provoca la aparición de puntos negros y espinillas. Es necesario reequilibrar la piel con productos que contrarresten el exceso de sebo. Para limpiar el rostro o desmaquillarlo, elige productos específicos en textura gel o espuma.

Para limpiar la piel y eliminar las impurezas, sus mejores aliados son los exfoliantes y las mascarillas limpiadoras, que se utilizan una o dos veces por semana.

Por la mañana y por la noche, es esencial hidratar la piel con una crema de día ligera o un fluido anticomedogénico de acabado no graso. Por último, para combatir los brillos, elige una crema hidratante matificante que absorba el sebo.